Aplicación Práctica de la Matemáticas en Educación Infantil

¡Hola! Dado que una de las tareas encomendadas en esta materia consiste en proponer diferentes medios a través de los que propiciar el aprendizaje matemático, resulta interesante la lectura del artículo de Pascual (2009) sobre la aplicación práctica de las matemáticas en Educación Infantil. Por ello, en las siguientes líneas dispongo un pequeño resumen sobre lo que nos cuenta a lo largo del mismo.

Los niños y las niñas durante esta etapa aprenden matemáticas mediante la relación que éstas tienen con diferentes aspectos de la vida cotidiana. Además durante esa etapa como bien justifica Piaget, se encuentran en la etapa preoperacional, donde su pensamiento es sincréticos y está caracterizado por el egocentrismo intelectual, el animismo, la centración y diversos aspectos más que determinan el grado de inmadurez intelectual que aún presentan los pequeños y pequeñas.

Por su parte, esta autora manifiesta que hay tres recursos  educativos por los que se aplica de manera práctica las matemáticas en infantil:

• Estrategias:

Estas son básicamente dos, aunque personalmente considero que ambas se retroalimentan convirtiéndose casi en una, el juego que ofrece una amplia gama de posibilidades y la motivación que permite que el aprendizaje sea atractivo para el alumnado.

• Procedimientos:

Los más usuales son los siguientes:

1. La intuición que se produce mediante la percepción directa de las cosas.
2. La comparación que permite descubrir las diferencias y las semejanzas.
3. La inducción conduce al niño o la niña desde lo concreto a lo simbólico.
4. La deducción que consiste en aplicar lo general a lo particular.

Todos ellos son formas de establecer una metodología o formar de enseñanza para el alumnado, el cual tendrá características personales que hará que cada uno/a decida qué le va mejor.

• Materiales:

Como bien hemos aprendido en el primer tema de esta asignatura los materiales son imprescindibles en el aprendizaje de las matemáticas y se dividen en dos tipos:

1. Estructurados: aquellos elaborados expresamente con el propósito de provocar el aprendizaje matemático. Ejemplo de ellos son los siguientes materiales: Regletas de Cuisenaire, los juegos de Decroly (caja sorpresas, etc.), el material Montessori (barras de Seguin, bolillos, etc.), bloque lógicos de Dienes, puzles, rompecabezas, juegos de secuenciación temporal y espacial, instrumentos de iniciación a la medida (metros, reglas, etc.), el geoplano de Gategino, el Taugram y algunos equipos informáticos.

2. No estructurados: aquellos objetos de uso familiar del niño o la niña y que no aportan conocimientos exclusivos de las matemáticas ni fueron creados con dicho propósito. Estos a su vez se dividen en materiales continuos (no pueden individualizarse ni contarse: agua, arena, tierra, etc.) y materiales discontinuos (se pueden contar: aros, peras, manzanas, etc.)

           

            Material Continuo

Material Discontinuo

Así, como bien comentaba en entradas anteriores no podemos olvidar aquellos materiales táctiles que utilizamos día a día en las aulas y que hemos de tener muy en cuenta en nuestra labor docente. Aun así, no todos los materiales sirven para proporcionar aprendizaje, para que sea verdaderamente útiles tienen que cumplir con seis características:

1. Que sea significativo para el alumnado.
2. Que sea claro.
3. Que sea una novedad como conjunto.
4. Que pueda graduarse su dificultad.
5. Que ayude a la consecución de objetivos didácticos.
6. Que sea flexible.

Por su parte, ocurre lo mismo con las actividades matemáticas, ya que estas deben estar vinculadas a otras áreas de desarrollo, es decir, deben ser globales. También, deben de ajustarse al nivel de desarrollo del alumnado y fomentar la participación activa del mismo. Por supuesto, deben procurar la imaginación y creatividad del alumnado, así como también yo añadiría la necesidad de que sea lúdica y entretenida para los/as pequeños/as.

Tampoco podemos olvidar que para alcanzar el desarrollo del pensamiento lógico-matemático en esta etapa debemos seguir un proceso secunciado de actividades que irán propiciando el conocimiento en el niño o la niña de manera ajustada a su desarrollo. Este proceso consiste en:

1. Actividades de observación
2. Actividades de experimentación-vivenciales, por medio de desplazamientos y manipulación.
3. Actividades de reflexión y verbalización, donde el lenguaje oral es la principal herramienta para el pensamiento.
4. Actividades gráficas-simbólicas dan lugar al lenguaje de los símbolos y a la representación simbólica y abstracta.

Por supuesto, hemos de tener en cuenta que todas ellas deben estar en relación con la vida cotidiana de los niños y las niñas.

Finalmente, en mi opinión considero bastante interesante la visión que nos da este artículo sobre cómo y con qué medios se produce el aprendizaje matemático en los niños y niñas, Puesto que no se trata de un tema que suela enseñarse al profesorado. Además, estoy de acuerdo en muchos puntos que nos propone, pero sobre todo en la importancia que presenta la relación entre los contenidos y la vida cotidiana del niño o la niña, ya que su mayor fuente de aprendizaje va a ser el día a día y por ello debemos exprimirlo al máximo conociendo todo lo que podamos al alumnado, sus familias y su entorno con el fin de poder aprovecharlo como medio para el aprendizaje durante la etapa. Así, puedo decir que este texto me ha resultado bastante útil, sencillo de leer y atractivo para mi labor profesional.